Escribo, pero no soy escritor. Canto, pero
no tengo voz.
Cuando lo que piensas, está acorde con lo que sientes, la fuerza se recluye para sentarse dentro de ti, en lo más profundo del hígado, relajada, simple. Auténtica.
No es necesario estar, para sentir que estuviste, ni tener, para creer que tienes, pues en el viaje está el fin, y nunca es la meta, la que determina tu paso.
Cuando lo que piensas, está acorde con lo que sientes, la fuerza se recluye para sentarse dentro de ti, en lo más profundo del hígado, relajada, simple. Auténtica.
No es necesario estar, para sentir que estuviste, ni tener, para creer que tienes, pues en el viaje está el fin, y nunca es la meta, la que determina tu paso.