domingo, 7 de septiembre de 2014

Penitente sobresueldo


Penitente sobresueldo



Dicen del falso infierno, que en sus fauces encierra señores dementes de infausta tierra, que defienden indecentes frases marcadas por promesas, y que con signos simples e ilusiones, esperan.
Profetas de días donde la luz no llega, de historia lejanas repetidas por mentira hasta que la verdad cansada asoma, y cualquiera, sin ser, acaba siendo, por cobarde, sumiso o infame.
Dicen que la hoguera arde para alumbrar mentes perdidas en angostos desfiladeros, allí donde la tierra termina, donde comienza el caos, donde la cordura pierde espacio para perecer presa. Y en aquella, se quema.
¡Ah, necios de necesidad! que desatan incendios por perdurar y son los primeros que arden. Y recorren descalzos el camino, y de flagelos marcan sus pasos con sangre, y lloran aparentando dolor, cuando saben que solo es disimulo que venden al mejor postor. Al más profundo de los necios, al más estúpido de los incautos que dejen su espíritu al descuido de cualquier cazador de almas.
¡A la hoguera con ellos! ¡A la hoguera y que no vuelvan!

Foto y texto: Toño Diez.
Título: Motxo.